Siempre habrá mucho que decir sobre la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba. Las imágenes también hablan.
Este 8 de septiembre no habrá procesiones públicas en Cuba debido a la pandemia. Recuerdo estos días de modo particular la visita de la Virgen Peregrina a la Isla de la Juventud, del 18 al 20 de septiembre de 2011, como parte de la peregrinación nacional en preparación del Jubileo por el cuarto centenario del hallazgo de la sagrada imagen flotando en las aguas al norte de la costa oriental de Cuba. La Isla de la Juventud pertenece a la arquidiócesis de La Habana, y al frente del grupo que acompañaba la venerada imagen estaba monseñor Juan de Dios Hernández, entonces obispo auxiliar de La Habana y hoy obispo de Pinar del Río.
Tal vez porque fue mi primera visita a la Isla, o porque aunque cerca se percibía distante del resto del territorio, pienso que fue una de las peregrinaciones más emotivas que he visto. La visita generó una genuina manifestación de fe popular y veneración de los pineros a la Virgen de la Caridad, tanto en las procesiones en las calles como en la misa en el parque de Nueva Gerona. Era la fe tantas veces puesta a prueba, pero viva y legítima, que mantiene la mayor parte de los cubanos en la Madre y Reina de Cuba.
No solo vimos maestras que suspendían sus clases para salir con sus alumnos ante el paso de la Virgen peregrina, también un oficial, acompañado por varios soldados, vino al encuentro de la Patrona de Cuba cuando, en su recorrido, la imagen se detuvo frente a la Unidad Militar.
Estas son algunas de las fotos que tomé, publicadas ahora por primera vez. Las imágenes también hablan.